Estos trastornos se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria en las que los factores psicológicos desempeñan un papel importante en la etiología y en el curso.

Como trastornos específicos se incluyen: anorexia Nerviosa y Bulimia Nerviosa.

Curso y Pronóstico

El promedio de edad del comienzo del trastorno es a los 17 años, y el rango se establece entre los 14 y los 18 años. El comienzo se asocia a un acontecimiento estresante y el curso y desenlace son muy variables, la muerte a causa de este trastorno se da aproximadamente en un 10% los pacientes hospitalizados siendo las causas más frecuentes inanición, suicidio o desequilibrio electrolítico.

Epidemiología

Actualmente son la tercera patología más frecuente en los adolescentes, su prevalencia oscila entre el 1% y el 4% de las adolescentes y mujeres jóvenes, el 90% de los sujetos que padecen el trastorno son mujeres.

Anorexia Nerviosa

Los tres síntomas que a lo largo de la historia han caracterizado este trastorno son: falta de apetito, adelgazamiento y amenorrea.

En la actualidad se considera que hay otros síntomas que tienen tanto o más protagonismo que los clásicos.

Alguno de estos síntomas sobreañadidos son:

  • De carácter cognitivo, y son los que realmente activan el proceso, se trata de pensamientos erróneos sobre la comida y la imagen corporal que conducen a evaluaciones distorsionadas sobre zonas concretas del cuerpo (sobreestimación del tamaño corporal) que pueden llegar a constituir una verdadera dismorfofobia. Los pensamientos acerca del cuerpo suelen ser constantes, intrusivos, en ocasiones el individuo es capaz de hacer crítica de ellos y los reconocen como absurdos.
  • De carácter conductual como la negativa a la ingesta de alimentos, el abuso de laxantes y en ocasiones atracones de comida que intentan compensar con el vómito y/o con el ejercicio físico intenso. También es frecuente la actitud de mantener una hiperactividad tanto física como intelectual, en una lucha por mantener el autocontrol y disminuir las horas de sueño intentando incrementar el consumo energético.
  • De carácter biológico: amenorrea, lanugo, hipotensión, deterioro buco-dental, etc. que suelen remitir con la reanudación de la ingesta normalizada y la recuperación del peso saludable.

Igualmente se producen cambios en la convivencia familiar debido a que el estado de desnutrición favorece un estado de ánimo disfórico que interfiere en las relaciones con los miembros de la familia. Las actividades de ocio y las relaciones sociales de las personas que padecen el trastorno se ven deterioradas a causa de la baja autoestima y la obsesión por el peso se convierte en el centro de su atención, pasando lo lúdico y lo social a segundo plano.

Bulimia Nerviosa

Se caracteriza por la presencia de atracones, ingesta voraz de comida generalmente de alto contenido calórico, en grandes cantidades y en poco tiempo.

Esta conducta se realiza en solitario y en secreto y suele terminar con malestar físico y necesidad de auto inducirse el vómito y otras estrategias compensatorias como el abuso de laxantes, diuréticos o actividad física intensa. Otras alteraciones conductuales que pueden darse incluyen el abuso de sustancias tóxicas y las autoagresiones.

Los episodios de atracones generan sentimientos de culpa y la autoinducción del vómito alivia tanto el malestar físico por la sobreingesta como el emocional por haber llevado a cabo la conducta compensatoria.

Como rasgo de personalidad frecuente en las personas afectadas de trastorno de la alimentación destaca la dificultad para el control de los impulsos que también se manifiesta en otras áreas de la vida como la sexualidad, el abuso de sustancias y las compras compulsivas.

Fuentes:

  • American Psychiatric Association (APA).Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales – revisado (DSM-IV-TR). Barcelona, Masson, 2000.
  • Organización Mundial de la Salud (OMS). CIE-10. Clasificación de los Trastornos Mentales y del Comportamiento. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades. Descripciones Clínicas y pautas para el diagnóstico. Ginebra, Panamericana, 1992.
  • Belloch, Amparo; Sandín, Bonifacio; Ramos, Francisco. Manual de Psicopatoogía II,(revisado), McGraw Hill, 1995.
  • Hollander, Eric; Simeon, Daphne.Guía de Trastornos de ansiedad. Elsevier. Madrid, 2004
  • Kaplan, Harold I; Sadock, Benjamin J. Psiquiatría clínica. Waverly Hispánica S.A, .2ª edición, Buenos Aires, 1996
  • Parallada Rodón, Eduard; Fernández Egea, Emilio. Esquizofrenia, del caos mental a la esperanza, Morales i Torres Editores, Barcelona, 2004