Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales. Se considera una personalidad normal y saludable cuando el individuo es capaz de mantener autonomía y competencia en su funcionamiento, existe una tendencia a adaptarse al entorno social y afectivo y además tiene la percepción de satisfacción y la capacidad de lograr sus metas.
Se considera una personalidad anómala o un trastorno de la personalidad (en adelante TP) cuando el individuo:
- No se adapta con flexibilidad al ambiente (no es capaz de generar respuestas nuevas frente a las dificultades que no puede superar).
- Tiende a magnificar los problemas existentes (creando espirales de las que le resulta difícil salir).
- Es poco resistente a los requerimientos externos (poca estabilidad).
- Su comportamiento se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto.
- Es un patrón permanente de conducta.
Este patrón persistente e inflexible se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales y genera malestar clínicamente significativo y/o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la vida del individuo.
Se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas: cognoscitiva, afectiva y de la actividad interpersonal o del control de los impulsos.
Su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.
Este patrón no es atribuible a una manifestación o una consecuencia de otro trastorno mental, no es debido a los efectos directos de una sustancia ni a una enfermedad médica.
Estas características dificultan la competencia de las personas para hacer frente a cuestiones vitales y convierte su funcionamiento en dependiente e insatisfactorio.
La cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV-TR) recoge los siguientes TP:
Grupo A:
- El trastorno paranoide de la personalidad.
- El trastorno esquizoide de la personalidad.
- El trastorno esquizotípico de la personalidad.
Grupo B:
- El trastorno antisocial de la personalidad.
- El trastorno límite de la personalidad.
- El trastorno histriónico de la personalidad.
- El trastorno narcisista de la personalidad.
Grupo C:
- El trastorno de la personalidad por evitación.
- El trastorno de la personalidad por dependencia.
- El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad.
Trastornos de la personalidad no especificados (no incluidos en el DSM IV-TR):
- Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad.
- Trastorno depresivo de la personalidad.
- Trastorno de la personalidad autodestructiva.
Ver trastornos de la personalidad no especificados
Fuentes:
- American Psychiatric Association (APA).Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales – revisado (DSM-IV-TR). Barcelona, Masson, 2000.
- Organización Mundial de la Salud (OMS). CIE-10. Clasificación de los Trastornos Mentales y del Comportamiento. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades. Descripciones Clínicas y pautas para el diagnóstico. Ginebra, Panamericana, 1992.
- Belloch, Amparo; Sandín, Bonifacio; Ramos, Francisco. Manual de Psicopatoogía II,(revisado), McGraw Hill, 1995.
- Hollander, Eric; Simeon, Daphne.Guía de Trastornos de ansiedad. Elsevier. Madrid, 2004
- Kaplan, Harold I; Sadock, Benjamin J. Psiquiatría clínica. Waverly Hispánica S.A, .2ª edición, Buenos Aires, 1996
- Parallada Rodón, Eduard; Fernández Egea, Emilio. Esquizofrenia, del caos mental a la esperanza, Morales i Torres Editores, Barcelona, 2004